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La desconfianza destruye tus relaciones familiares y laborales

Duda
Desconfianza

Autor: Efraín Pérez León

Confianza, fe, creencia, expectativa son palabras diferentes para el mismo concepto. Confiamos en cosas que es poco probable que cambien alguna vez. 

Pero, mantener la confianza en las personas es algo más complicado porque los comportamientos de las personas son variados e impredecibles. A veces nos toma por sorpresa cuando las personas no hacen lo que esperamos.

 

Por naturaleza, soy una persona muy confiada. En circunstancias normales, tiendo a confiar en los demás esperando que correspondan igual. Si la otra persona demuestra no ser confiable, entonces ya sabré a qué me arriesgo con él o con ella.

Desconfianza
Etapas de la desconfianza

En las relaciones en las que he experimentado desconfianza, he descubierto que, por lo general, no se debe a una violación significativa de la confianza, sino a varias instancias más pequeñas a lo largo del tiempo. Una promesa rota aquí, una fecha límite incumplida allá; un patrón de comportamiento poco confiable, poco ético, incompetente o indiferente se convierte en tendencia.

  

La desconfianza no ocurre de la noche a la mañana; se desarrolla progresivamente y, si podemos reconocer estas etapas cuando estamos en ellas, tenemos la oportunidad de abordar la situación antes de que la desconfianza arraigue.

Veamos las diferentes etapas de la desconfianza:

  1. Duda: la primera etapa de desconfianza comienza con la duda. Empiezas a experimentar una ligera incertidumbre sobre la confiabilidad de alguien que hace que te detengas un poco. Puede ser esa duda persistente en el fondo de tu mente que parece que no puedes descartar, o algo simplemente no se siente bien acerca de la situación a pesar de que no puedes identificarlo exactamente.
  2. Sospecha: la duda no resuelta, con el tiempo se convierte en sospecha. La sospecha es creencia sin prueba. Has comenzado a ver un patrón de comportamiento que puede indicar una falta de confianza, pero no tienes pruebas suficientes para llegar a una conclusión firme. Tu radar de confianza te advierte que algo está mal.
  3. Ansiedad: la siguiente etapa es la ansiedad; un sentimiento de aprensión o inquietud que a menudo se manifiesta físicamente. Cuando tratas con alguien en quien no confías puedes experimentar nerviosismo, latidos cardíacos rápidos, ira, un nudo en el estómago o, incluso, asco.
  4. Miedo: en este punto de una relación, la desconfianza ha aumentado hasta el punto en que tienes miedo de mostrar vulnerabilidad. Has experimentado repetidas infracciones de confianza y has llegado a desconfiar de otra persona hasta el punto de temer por tu bienestar emocional.
  5. Autoprotección: como resultado del miedo que experimentaste, pones muros en tu relación para evitar que la otra persona se acerque a ti. Este acto de autoconservación reduce tu vulnerabilidad, pero también consolida el estado de desconfianza en la relación. La confianza es el lazo que mantiene unidas a dos personas en una relación y, cuando se rompe, se produce la desconexión. Comienzas a experimentar diferentes cosas en tu relación, como:
  • Reservado/a: en lugar de actuar sin preocupaciones, lo cual es normal en una relación de confianza, te vuelves más reservado para compartir información personal. Evitas correr riesgos en tu relación porque tu red de confianza ya no brinda seguridad. 
  • Activo: para compensar la falta de confianza en tu relación, puedes invertir demasiado tiempo en tareas relacionadas con pasatiempos, trabajo, escuela, iglesia u otras actividades. Permaneces activo en otras partes de su vida porque te resulta más fácil "hacer" que "conectarte". Cierras la parte personal de tu relación con la otra persona.
  • Relación de “dar” desequilibrada: es común que una persona “dé” en todas las relaciones y que evite “recibir”. Dar te permite mantenerte a salvo de ser vulnerable con otra persona. Escucharás, ayudarás y guiarás a los demás, pero no permitirás que otros te ayuden. Ser el dador también se manifiesta en relaciones codependientes.
  • Malos hábitos: los problemas de confianza a menudo pueden conducir a patrones de comportamiento problemáticos en tu vida. Es fácil suprimir nuestros sentimientos emocionales al comer en exceso, beber demasiado u otras conductas adictivas.

 

Empezando a desconfiar 

Se comienza a desconfiar en base a algunas malas experiencias del pasado. Cuando permitimos que la sospecha tome el lugar de la esperanza en cualquier tipo de relación, nos resignamos al fracaso. Pero no te confundas. Esa falla recaerá en ti, no en la persona que recibe tu sospecha.

 

La mayoría de las veces, desconfiamos de las personas que nunca han hecho nada para justificar nuestras sospechas. Es el legado persistente de una relación anterior que salió mal.

 

Por lo general, la desconfianza se remonta a una experiencia bastante dura, por lo que, naturalmente, tenemos una tendencia a aferrarnos a ese dolor en el futuro. Es como una forma más leve del trastorno de estrés postraumático. Puedes anticipar las mismas malas experiencias que se repiten una y otra vez. Es difícil dejar el pasado y mantener la cabeza despejada, libre de temores. Pero, eso es exactamente lo que necesitas hacer, si deseas llevar una vida feliz.

 

¿Se recupera la confianza?

A veces, la confianza nunca se recupera. Una persona puede haberte lastimado irreparablemente, y esto no te queda claro de inmediato. No importa cuánto trates de superar tu dolor, simplemente no puedes mirar a esa persona a los ojos con la cabeza despejada. En estas desafortunadas situaciones, lo más importante es dejar esas dudas y resentimientos donde pertenecen ¡en el pasado! No los lleves contigo a tu próxima relación.

 

La desconfianza es la creencia de que alguien o algo está conspirando para lastimarte o sabotearte. Construir confianza comienza con eliminar el resentimiento y el miedo, tener fe en la idea de que nadie está dispuesto a lastimarte. ¿No suena eso como una mejor manera de vivir que mirar a las personas con los ojos entrecerrados con amargas sospechas y autocompasión?

 

La desconfianza puede propagarse a través de una relación como un incendio. Lo que comienza como una pequeña chispa de duda puede convertirse en una llamarada de desconfianza si no tomamos medidas para abordarlo temprano. La mejor manera de evitar que la desconfianza arraigue es enfocarse en generar confianza.

 

 

 

Con información de: 

https://medium.com/@improveful/why-distrust-can-kill-your-relationships-at-home-and-at-work-3f5b9d3e7642

https://leadingwithtrust.com/2014/05/18/5-stages-of-distrust-and-how-it-destroys-your-relationships/

La confianza debe desarrollarse y fomentarse continuamente a lo largo de una relación, no sólo cuando se ha dañado.

En el Centro Alternativa Psicológica Integral, te podemos ayudar; la terapia psicológica cognitiva conductual (TCC) suele ser muy útil en estos casos.

Llama al teléfono (55) 6795 1043, o envía un correo a: informes@centroapi.com.mx para mayor información o agendar una cita.