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Cómo amargarnos la vida en forma exitosa

Control de la Ira

Autor: Efraín Pérez León

 

Reflexiona Paul Watzlawick [1], sobre una conseja popular: no hay nada más difícil de soportar que una serie de días buenos. Lo anterior viene a cuento porque, como menciona este autor, por mucho tiempo se nos ha tratado de convencer, con cierto éxito, de que si buscamos la felicidad, finalmente, la encontraremos. Lo cual no es tal. Y lo gracioso del caso es que este concepto ni siquiera se ha podido definir.



[1] Paul Watzlawick (1921-2007) fue un psicólogo austríaco nacionalizado estadounidense. Fue uno de los principales autores de la Teoría de la comunicación humana y del Constructivismo radical.

Watzlawick afirma que los Estados se han propuesto normar la vida de sus ciudadanos de modo que sea segura y chorreante de felicidad. Para ello, han procurado una educación sistemática que haga del ciudadano un ser incompetente en la sociedad. Existen millones de enfermos condicionados a ingerir toneladas de medicamentos. Si este proceso de condicionamiento se detuviese o retrocediese, se derrumbarían gigantescas industrias que viven de ello y sectores enteros del país se declararían en quiebra, lo que conduciría al desastre. El Estado necesita de una población desamparada y desdichada. Llevar una vida amargada resulta del aprendizaje, no se obtiene de una sola experiencia personal con un par de contratiempos.

 

Por eso, cuando analizamos el tema de “Cómo amargarnos la vida de forma exitosa”, estamos hablando cómo permitimos que el condicionamiento que por tantos años el estado y la sociedad se encargaron de endilgarnos, favoreciendo que el sentimiento de ansiedad y miedo arruine nuestra vida.

 

Por ejemplo: Manuel piensa declararse a Isabelita. Le ha gustado desde  la escuela primaria y ahora que ella ha crecido y se ha convertido en una bella chica, piensa que es una muy buena oportunidad, así que quiere causarle una buena impresión. En este caso, a Manuel le preocupa su desempeño y tiene ansiedad.

 

Ahora, este mismo muchacho Manuel, tienes una entrevista de trabajo. Le preocupa tratar de impresionar al reclutador. Su currículo está elaborado cuidando hasta el más mínimo detalle. Su presentación personal es impecable. Ensayó varias veces previo a la cita cada una de las palabras que diría frente al entrevistador. Esta es la oportunidad de Manuel de conseguir un empleo. Si no lo obtiene, se sentirá perdido. La ansiedad de Manuel, unido al miedo que siente, lo coloca al borde del pánico.

 

En el primer caso, de la declaración de amor, observamos que Manuel está ansioso pero no siente miedo. Sabiendo que si controla y maneja su ansiedad, puede llevarlo a realizar su mejor actuación y conseguir el amor de Isabelita.

 

En cambio, en el caso del empleo, Manuel se deja presionar por la ansiedad y el miedo; su necesidad imperiosa de actuar a la perfección, su necesidad de aceptación, junto con el pánico, le hará cometer muchos errores y aun cuando su experiencia mostrada en el currículo sea la que requiere la empresa, él mismo se niega la oportunidad. En el intento por actuar de forma perfecta, se convierte en un mar de contradicción. Rechaza lo que a él mismo parece ser la mejor elección. Esto es, rechaza las recomendaciones que se hace a sí mismo. El resultado es un estado de total desdicha. Al final, no obtiene lo que desea y, en cierto modo, él mismo lo provocó. Con mucha frecuencia, la gente confunde los deseos con necesidades.

 

Manuel se decía a sí mismo: “Necesito ese empleo”, “tengo que obtener ese empleo”, "debo tenerlo".

Utilizamos frases exageradas, irracionales: “debo de…”, “tengo que…”. Frases irracionales y tremendistas. Nos imponemos exigencias irracionales. Estas son las mejores y exitosas formas para amargarse la vida. Exigiéndonos de forma irracional nos llevará, inevitablemente, al fracaso y del fracaso pasaremos a la desesperación y, finalmente, a vivir una continua vida amargada.

 

 

La buena noticia es que podemos cambiar estas frases irracionales por otras más racionales. Si identificamos ese tipo de pensamientos o frases irracionales, trabajemos en cambiarlas rápidamente… ¡Y así evitaremos amargarnos la vida!

Si sientes que tu manera de actuar parece estar fuera de tu control, que es alarmante y observas que tu ansiedad y miedo se han convertido en un problema, busca ayuda profesional tal vez la necesites para encontrar mejores maneras de lidiar con esta emoción. Recuerda que si no controlas tu ansiedad y miedo, éstas terminarán minando tu salud física y psíquica, destruyendo tu vida social, laboral, etc…

En el Centro Alternativa Psicológica Integral te podemos ayudar, llámanos al (55) 6795-1043 o envíanos un correo a: informes@centroapi.com.mx