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¿Sufren los hijos de las parejas en conflicto?

Autor: Efraín Pérez León

La convivencia en pareja no ha sido nunca fácil, más aún cuando hay hijos de por medio. Las discusiones son un ingrediente común en la convivencia diaria. Las diferencias y desacuerdos cuando se afrontan en forma constructiva, robustecen la relación conyugal. Pero, si se tratan de resolver de manera violenta, sin el respeto debido, suelen convertirse en batallas campales.

En la rutina de la vida diaria, las personas se involucran con frecuencia 

en dificultades de muy diversa índole que se carga sobre los hombros hasta llegar al hogar donde desahogan ese estrés acumulado fuera de él. Algunos buscan la comprensión de la pareja, otros lo descargan violentamente en ella. Las discusiones conyugales, si no se gestionan adecuadamente, puede afectar de manera negativa en el desarrollo de los hijos.

Los niños, aunque pareciera que se mantienen inatentos sobre las discusiones familiares, escuchan todo lo que sucede en su entorno familiar; observan, se alteran y se angustian, sobre todo cuando son obligados a tomar partido por alguno de los padres, lo que resulta en daño emocional al sentirse culpables de la discusión conyugal y lastimados en sus sentimientos.

En el hogar, los hijos deberán aprender valores que los guiarán a través de diferentes circunstancias de la vida, de allí la importancia que los padres sean un buen ejemplo de civilidad, de buena resolución de conflictos, evitando todo tipo de agresiones verbales o físicas.

El estrés continuado de los hogares conflictivos puede desencadenar problemas en el desarrollo, rendimiento cognitivo del niño, esto podría causar una disminución en la atención y la concentración, además de afectaciones en su salud física y mental, y en su desarrollo llegando a afectarles aun durante la edad adulta.

Los niños pueden beneficiarse al tener un modelo para resolver los conflictos de forma adecuada. Valores como el respeto, la comprensión, la escucha y la asertividad siempre serán oportunos en una discusión.

Es verdad que las discusiones son inevitables en la vida en pareja, pero no todos los conflictos conyugales son malos o negativos, algunos pueden ayudar a robustecer la relación, depende de la forma en que en cómo se afronta y se discute.

 

Algunas recomendaciones

Se espera que en el hogar sea un lugar de confianza, respeto, tranquilidad donde la familia se sienta segura y que la armonía sea el común denominador. Por ello:

Si existe un tema en el cual se requiera discutir, procuren hacerlo en ausencia o lejos de sus hijos ya que éstos perciben la tensión que existe en la pareja. Los conflictos, de cualquier índole, les producen estrés y frustración ante la imposibilidad de hacer algo.

Mantenga una buena comunicación con su pareja

Respete la individualidad de su pareja y trate de negociar. Sugiera no imponga su criterio.

Evite los gritos, utilice un tono de voz de conversación normal. Gritar sólo provocará una reacción negativa en su pareja.

Si siente que el problema está escapando a su control, tómense un tiempo fuera y traten el problema en otro momento cuando se sientan más tranquilos para poder negociar.

Jamás utilice a sus hijos como moneda de cambio o para mediar en los conflictos de pareja. 

 

Si los problemas de pareja escapan al control de ambos cónyuges, acudan a los servicios de un especialista que medie imparcialmente, buscando una solución en la que se privilegie la relación de la pareja y aprendan a gestionar sus problemas de manera más adecuada.

Recuerda que, si requieres apoyo y guía para mejorar tu relación conyugal, en el Centro Alternativa Psicológica Integral te podemos ayudar. Llama al (55) 6795-1043 o envía un correo a informes@centroapi.com.mx