· 

La tormentosa vida emocional de Frida Kahlo

Control de la Ira

Autor: Efraín Pérez León

 

La dura vida de Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón comenzó una tibia mañana del 6 de julio de 1907 en la ciudad de México. Hija de Wilhelm (Guillermo) Kahlo de origen alemán y Matilde Calderón. Él padecía de ataques epilépticos y ella de histeria.

 

Frida Kahlo fue diagnosticada con poliomielitis a los 6 años de edad pasando varios meses en cama y tuvo que usar posteriormente, botas ortopédicas, lo que provocó que se convirtiera en objeto de burla de los otros niños, lo cual era compensado con el cariño que le demostraba su padre.

 

A la edad de 16 años, el autobús en el que Frida viajaba con su novio Alejandro Gómez Arias, chocó contra un tren. Una varilla le provocó rotura de la columna vertebral, una clavícula, tres costillas, la pierna y el pie derecho; además de una triple fractura de la pelvis, misma que le impediría tener hijos; pasó largas convalecencias en cama, tuvo que soportar corsés de yeso y cerca de 30 operaciones. Después del accidente, Frida no volvió a saber del novio.

 

Durante su convalecencia, Frida descubrió su deseo de dibujar y pintar; su gusto por el autorretrato se convirtió en obsesión debido a que, durante esa época, sólo su cara quedaba descubierta de las sábanas de su cama.

 

Para ocultar sus defectos físicos y aparatos ortopédicos, Frida vistió con atuendos masculinos, bastón y cabello corto como se muestra en fotografías que le tomaron junto a sus hermanas, amigas y parientes entre 1926 y 1927. En una sesión familiar que organizó su padre en el patio de la Casa Azul, Frida salió vestida de hombre y con un porte valeroso.

 

Actualmente, la imagen de Frida se asocia con un alto tocado, coloridos vestidos de tehuana y grandes collares. Frida tenía un gran álbum de fotos pues su padre, era un reconocido fotógrafo durante el Porfiriato. A lo largo de su vida, Frida Kahlo construyó su propio universo y se convirtió en la musa de su propia obra.

 

Frida Kahlo conoció a Diego Rivera en 1922, aunque su relación se dio en 1927 y se casaron un 21 de agosto cuando ella contaba con 22 años y él 43. Los problemas de salud y sus dos abortos fueron temas que le inspiraron en sus pinturas. Los conflictos de pareja con Diego Rivera y los fuertes dolores físicos que sufría Frida la condujeron a la afición por la bebida.

 

Hacia l950, Frida fue internada durante nueve meses en un hospital por una infección que le causó el injerto de hueso en la columna que le realizaron cuatro años atrás; su salud se deterioró y le fue amputada la pierna, lo que la llevó a pensar en el suicidio, pero su fuerte necesidad de Diego la detenía.

 

El 13 de julio de 1954, la azarosa vida de Frida llegó a su fin a la edad de 47 años, truncada por una embolia neumonía.

 

Laura Guevara y María del Carmen Olabuenaga elaboraron en febrero de 2005 un análisis psicológico sobre Frida. En él, mencionan las autoras que Frida padeció de una serie de trastornos motivados por diferentes eventos traumatizantes a lo largo de su vida. Entre ellos, abandono por parte de la madre al nacer que le impidió consolidar su identidad, conductas maníacas y negación de procesos adolescentes que provocaron grandes esfuerzos por aceptar su realidad.

 

Respecto a su obra pictórica, distinguieron ideas obsesivas respecto a la muerte por el hecho de no poder tener hijos, en la persistencia en pintar autorretratos y que su actitud hacia Diego muestra un intenso temor al abandono. Además de una formación reactiva. Que en el cuadro "Las dos Fridas", refleja la escisión que usa como defensa y que se puede pensar que tuviera rasgos histriónicos de personalidad. Que al final de su vida manifestó conductas adictivas causadas por el dolor y el sufrimiento, llegando a provocarle una depresión mayor que la llevó a intentos de suicidio. Que, aparentemente, todo su dolor y sufrimiento lo desplazó hacia a su pintura para superarlo. Concluyendo que la patología de Frida podría corresponder al Trastorno Limítrofe (Border) de la Personalidad de tipo medio.

 

Para terminar, quiero referirme a una de sus más conocidas frases que fue escrita un año antes de su muerte en una acuarela: "Pies, ¿para qué los quiero si tengo alas pa' volar?". Esta frase de Frida Kahlo es una invitación, a quien lo lea, a sobreponerse a las adversidades, a valorar nuestros recursos por encima de las limitaciones físicas o mentales; a derribar barreras y a aprovechar todo el potencial que se tiene y explotarlo. A no imponerse límites y volar tan alto como sea posible. Como Frida, no te detengas y no te pongas límites.

La historia de Frida Kahlo estuvo plagada de problemas de orden psicológico, lo que nos recuerda la importancia de atenderse oportunamente cuando se sospecha de un problema emocional y/o mental.

La vida de esta gran artista estuvo impregnada de mucho dolor físico, desórdenes emocionales y  con poco amor, ya que en realidad pudo haber estado involucrada en una fuerte dependencia emocional con Diego Rivera, al grado de  considerar seriamente la posibilidad del suicidio.  La relación de pareja, como la de Diego y Frida, pudo haber sido diferente de haber contado con apoyo psicológico adecuado. 

Si en tu relación de pareja tienes problemas para resolver tus diferencias o sospechas de algún otro problema emocional, recuerda que en el Centro Alternativa Psicológica Integral te podemos ayudar, llama al (55) 6795-1043 o envía un correo a: informes@centroapi.com.mx.