La obesidad es uno de los problemas de salud más graves en México. Según datos obtenidos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2018, 36.1 % de los adultos lo padece y 39.1% con sobrepeso podrían llegar a padecerla.
Los adultos no son los únicos vulnerables a la obesidad, pues como lo muestra la misma encuesta, se identifica obesidad infantil desde los 5 años; sin embargo, el grupo que comprende entre 30 y 59 años de edad, reporta la tasa de prevalencia más alta; de ellos el 35% son hombres y 46% son mujeres.
¿Qué es la obesidad?
La obesidad es un exceso de grasa corporal que por lo general se ve acompañada de un incremento de peso.
Se considera que se tiene este padecimiento cuando hay más de un 20% de exceso de peso con relación al peso ideal, el cual se calcula en función de la estatura, y que se produce cuando el balance energético es positivo, esto es, cuando las calorías ingeridas rebasan las gastadas, por lo que el excedente se acumula en forma de grasa.
Cuando el índice de masa corporal (IMC) es mayor a 30, puede que esté incrementando el riesgo de tener otros padecimientos muy serios.
¿Cuáles son las causas y consecuencias de la obesidad?
Existen diversas causas, como la genética, el estado emocional y el estilo de vida; usualmente no es una sola causa la que lleva a la obesidad, sino la combinación de varios factores que inciden en el sujeto.
Las consecuencias pueden ser físicas y psicológicas:
- Los riesgos físicos principales pueden ser hipertensión, enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, enfermedad de la vesícula biliar, fatiga crónica, asma, apnea obstructiva del sueño, entre otras.
- Entre las consecuencias psicológicas más comunes se encuentran los miedos e inseguridad personal, pérdida de autoestima, desórdenes alimenticios, distorsión de la imagen corporal, frigidez e impotencia, tristeza y depresión.
¿Cómo influyen las emociones?
Muchas personas con obesidad, inician tratamientos para la pérdida de peso basándose exclusivamente en cambios en la alimentación; sin embargo, estos tratamientos tienden a fracasar, debido a que no se han atendido las causas emocionales que contribuyeron a la obesidad, ni las consecuencias actuales que a nivel emocional les ha dejado; esto genera dificultades de adhesión al tratamiento por parte de los pacientes, así como una rápida recuperación de peso una vez que han conseguido la meta inicial, causando sensación de frustración y por ende, el abandono de la dieta.
Las personas tienen una fuerte relación con la comida, de tal forma, que cuando se encuentran tensos, tristes, frustrados o aburridos, su conducta emocional se refleja comiendo o dejando de comer.
Por ello, resulta indispensable, acompañar el tratamiento para bajar de peso, con intervención psicológica, ya que trabaja tanto con las causas como con las consecuencias, generando mayor apego al tratamiento y cambios de hábitos duraderos.
Si padeces obesidad o sobrepeso, en Alternativa Psicológica podemos ayudarte a trabajar con las emociones y pensamientos que no te han permitido alcanzar tus metas de salud y a recobrar o fortalecer tu autoestima.
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